Hoy en día se registran casos de niveles altos de estrés en los niños. Su cerebro está cansado, necesitan sacar tiempo todos los días para desconectarse, relajarse y concentrarse. La meditación ofrece esta pausa, ayuda a los niños a desenvolverse con mayor eficacia y lucidez, para ayudarlos a tomarse un descanso.
Enseñar a los niños a parar y respirar, podría ser uno de los hábitos más preciados que se les puede transmitir.